Test de Marshamallow
Leer a los alumnos el estudio, ver el vídeo, debatir sobre su contenido o incluso hacer el test con varios alumnos voluntarios. Pedir a tres alumnos que salgan al pasillo y entren de uno en uno al aula para hacer el test. ¿Qué harán?.
¿Qué crees que hubieras hecho si hubieras sido uno de los niños del estudio?.
¿Cuántas veces un alumno o tu hijo te ha dicho que no puede resistirse o controlarse?
El autocontrol ayuda a:
- Ver con objetividad las situaciones en las que te encuentras. Esperar un tiempo prudente antes de actuar permite alcanzar mayor objetividad en el análisis de cualquier situación.
- Tomar decisiones difíciles.
- Valorar el esfuerzo y no solo el resultado.
Walter Mischel realizó un estudio longitudinal en 1960 con 32 niños de cuatro y cinco años a quienes les dejaban solos en una habitación frente a una gominola (marshamallow, de ahí el nombre del Test, Test de Marshamallow).
Si esperaban quince minutos sin comérselo, podrían obtener un segundo marshamallow.
Dos tercios de los niños se comía la gominola antes de los quince minutos.
Solo uno de cada tres esperaba a que volviera el adulto y pasaran los quince minutos para comer su recompensa.
Estos últimos, a la edad de treinta años, tenían una vida personal y profesional más exitosa que los primeros y soportaban mejor la frustración y el estrés.
¿El autocontrol es heredado o se aprende?
Aunque algunos niños poseen más autocontrol que otros desde pequeños, se puede y debe desarrollar. Enseñar a resistir una tentación, aplazar la satisfacción inmediata y tolerar la frustación.
¡Ánimo papas y docentes!