LAS JIRAFAS NO PUEDEN BAILAR
Título original: The Pop-up Giraffes Can´t Dance.
Título: Las jirafas no pueden bailar.
Autor: Giles Andrea.
Ilustraciones: Guy Parker-Rees.
Editorial: Bruño.
ISBN: 978-84-216-8312-5
Mi tía Presen le regaló a Naia este maravilloso libro que justo en ese momento lo estaban trabajando los maestros de uno de los colegios en los que trabajo para representarlo con sombras en la función de navidad.
¡Qué casualidad!.
"Todos los años, en África, se celebra el Baile de la Selva...¡y a los animales les encanta bailar y hacer piruetas!. Chufa quiere participar en ese famoso Baile, pero como todo el mundo sabe, ¡las jirafas no pueden bailar!, ¿O sí...?.".
Chufa es una jirafa delgaducha, con patitas de alambre y torcidas que suele caerse cada dos por tres.
Una de mis hermanas me recuerda a Chufa.
El día del Baile de la Selva todos los animales bailaban, cada uno de ellos un baile divertido, vals, rock and roll, tango, sevillanas... A pesar de saber que a ella no se le daba bien y a pesar de oír a los demás animales decir que ella no podía, Chufa lo intentó. ¡Una gran valiente!. Así está la vida. Llena de valientes que lo intentan a pesar de las dificultades. Sin embargo, tanta risa, tanto mensaje negativo, tanto recochineo hicieron que se pusiera triste, que su valentía se esfumara y bajando la cabeza se fue a su casa.
Siempre hay alguien que te anima, te acompaña, te hace volver a mirar arriba, a la luna, a confiar en ti, a sacar esa valentía perdida durante unos minutos. Y gracias a ello, gracias a un amigo que le recordó lo que puede hacer y le dio un gran consejo, Chufa bailo de nuevo la música que ella quiso al ritmo que ella decidió.
Así también es la vida. Cada uno tenemos un ritmo para absolutamente todo. Algunos hablan antes, otros después, algunos caminan antes, otros después, algunos arrancan a leer bien pronto mientras que otros tardan un poquito más, hasta estar realmente preparados y seguros, algunos comprenden tan rápido a la primera y otros necesitan varias explicaciones para aprender un nuevo concepto. Lo importante es saber respetar nuestro propio ritmo. Cuando nos hacemos mayores es más fácil entender qué se nos da bien o no y que el ritmo que tenemos para realizar una u otra actividad es diferente. A mi siempre se me dieron mal lo idiomas, si quisiera aprender uno necesitaría ocho vidas. Lo sé. Lo admito y no me meto presión. Cuando somos niños es más difícil, por eso el adulto que está a su lado tiene el deber de no meterle presión, debe acompañarle, ser un bastón de andamiaje, su guía. No comparar con compañeros, con hermanos. No verbalizar que lo hace mal y por supuesto, cortar todas aquellas mofas de compañeros. Y por supuesto, todo adulto debe premiar al amigo que anima, apoya y consigue sacar la fortaleza de aquel que durante un tiempo la ha perdido.
Qué trabajar: la valentía, el coraje, el ayudar y apoyar al otro, el respeto a las diferencia de los demás, la confianza en uno mismo, la psicomotricidad gruesa, etc.
Cómo trabajar:
- Debate en grupo. Puedes usar los círculos:
- Relajación:
- Psicomotricidad gruesa: